lunes, 13 de abril de 2009

AUTOESTIMA: RELACIÓN CON EL FRACASO ESCOLAR Y PERSONAL


Introducción

Cada persona tiene sentimientos, que dependiendo de su personalidad los manifestará de forma diferente. Estas manifestaciones dependerán de diferentes factores, como es el lugar donde se expresen, la situación sentimental y emocional, etc. Los sentimientos pueden influir positiva o negativamente en la formación del carácter de la persona, es decir en la Autoestima.

¿Qué es la autoestima? ¿Cómo influye la autoestima en la vida de cada persona? ¿Qué factores influyen para que una persona vea destruidas sus ambiciones y sueños en la vida? ¿Cómo ayudar a la persona que posee baja autoestima?

¿Que es la Autoestima?
La Real academia la define como Valoración generalmente positiva de sí mismo. En términos psicológicos no es tan optimista y la define como la opinión emocional profunda que las personas tienen de sí mismos, y que sobrepasa en sus causas la racionalización y distingue entre alta y baja autoestima. Es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad.
No se nace con una autoestima concreta, si no que se aprende, se cambia y puede ser mejorada y por desgracia empeorada. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etc.
Según como sea nuestra autoestima será en gran medida responsable de nuestros éxitos y fracasos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de nosotros mismos, potenciará la capacidad de la persona para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso.

En su libro “Aprendizaje Acelerado Para El Siglo XXI”, Colin Rose y Malcolm J. Nicholl (Editorial Omega) presentaron los resultados de un estudio que demostró que más del 82% de los niños que entran a la escuela primaría, entre los 5 y 6 años de edad, tienen una gran confianza en su habilidad para aprender, sin embargo a los 16 años, el porcentaje de jóvenes que aún muestra esta confianza en sus propias habilidades, se ha reducido a un 18%, reduciéndose aún más antes de terminar sus estudios de bachiller y enfrentarse a sus estudios universitarios.
Estos años, que son donde el joven debe de desarrollar su potencial al máximo, es donde adquiere limitaciones y falsas creencias acerca de sus propias habilidades.

Un estudio realizado en varios países advierte que un joven de 18 años ha oído en su vida decir “contra” él más de 140000 veces “No” “No vales” “eres un inútil” “Tu nunca podrás hacerlo” y otras sutilezas como estas. ¿Cómo podemos pensar que esta persona salga adelante sin heridas graves en su autoestima?, este joven, si es capaz de superar esos miedos aprendidos, irá a la universidad o a escuelas superiores, donde por desgracia, las enseñanzas seguirán por los mismos derroteros que en los estudios inferiores, encontrándose con no poder hacer frente a la prepotencia de ciertos educadores por no tener una sólida autoestima formada en los años de juventud.

Ralph Waldo Emerson, escritor, filósofo y poeta estadounidense dijo "Jamás se logró nada importante sin entusiasmo”, una persona que día a día le quitan la moral a base de disputas por décimas de notas, por no haber obtenido una clara explicación de lo que tiene que hacer en un examen para aprobarlo, donde le dicen que “esto ya lo deberías de saber” sin preguntar quién se lo debería de haber enseñado, Amado Nervo (poeta mejicano) decía “muchas cosas por sabida se callan y por eso casi nadie las sabe”.
¿Quién es el culpable de la situación actual del fracaso escolar?
Mi madre, en estos casos, siempre decía “entre todos la mataron y ella sola se murió”. Creo sinceramente que NO DEBEMOS DE BUSCAR CULPABLES, pero SÍ DEBEMOS BUSCAR SOLUCIONES URGENTES, ¡YA!, NO PARA EL AÑO QUE VIENE

En la empresa privada los errores se pagan a un precio a veces muy doloroso y nunca, en mi caso, nos paramos a buscar de quién fue la culpa, todo nuestras fuerzas las ponemos en buscar una solución coherente, rápida y segura, que ese error deje de dañar al que lo esté perjudicando, sea cliente, trabajador, alumno o la propia sociedad empresarial. Reconocemos el problema y ¡YA! Buscamos la causa, sugerimos soluciones, llegamos a un acuerdo y es aplicado de inmediato.

Es por ello que poco me importa el culpable, ya que no juzgo que pueda existir mala intención en las teorías aplicadas, que los propios que educan (Padres y Educadores) sean víctimas o lo hayan sido de ese quebranto de autoestima y que se siga aplicando con toda la buena voluntad aquello de “la letra con sangre entra” frase de tiempos pasados y oscuros, que no hemos logrado desechar de nuestras enseñanzas y creo que es peor la sangre infringida por golpes psicológicos, que se queda en el interior del alma que esa sangre que salía y se podía limpiar.

Todos tenemos en el interior sentimientos no resueltos, aunque no siempre seamos conscientes de estos. Los sentimientos ocultos de dolor suelen convertirse en enojo, y con el tiempo volvemos el enojo contra nosotros mismos, dando así lugar a la depresión. Estos sentimientos pueden asumir muchas formas: odiarnos a nosotros mismos, ataques de ansiedad, repentinos cambios de humor, culpas, reacciones exageradas, hipersensibilidad, encontrar el lado negativo en situaciones positivas o sentirse impotentes y autodestructivos.

Cuando una persona no logra ser auténtica se le originan los mayores sufrimientos, tales como, enfermedades psicológicas, depresivas, neurosis y ciertos rasgos que pueden no llegar a ser patológicos, pero crean una serie de insatisfacciones y situaciones de dolor, como por ejemplo, timidez, vergüenza, temores, trastornos psicosomáticos.

La autoestima es importante porque es nuestra manera de vernos y valorarnos. Una persona que no tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades afrontará las situaciones en una manera muy desventajosa con respecto a otra en la que su autoestima esté en un nivel óptimo.

La degradación puede haber sido provocada por experiencias o mensajes de confirmación (eres un inútil) o desconfirmación (tú para esto no vales) que son trasmitidos por personas importantes en la vida de la persona, que la animan o la denigran.

Otra de las causas por las cuales las personas llegan a desvalorizarse, es por la comparación con los demás, destacando de éstos las virtudes en las que son superiores, por ejemplo: sienten que no llegan a los rendimientos que otros alcanzan; creen que su existencia no tiene una finalidad, un sentido y se sienten incapaces de otorgárselo; sus seres significativos los descalifican y la existencia se reduce a la de un ser casi sin ser. No llegan a comprender que todas las personas son diferentes, únicas e irrepetibles, por lo que se consideran menos que los demás.

La persona, va creciendo y formando su personalidad dentro del ambiente familiar y escolar, que son los principales factores que influyen en la formación de la misma, ya que le incorpora a ésta los valores, reglas y costumbres que a veces suelen ser contraproducentes. Algunos de los aspectos ya mencionados son incorporados, a la familia y escuela, por medio del "modelo" que la sociedad nos presenta, y éste es asimilado por todos los grupos sociales. Pero, la personalidad de cada uno, también se forma con lo que cree que los demás piensan de ella y con lo que piensa de sí misma, al salir de este ambiente y relacionarse con personas de otro grupo diferente.

Padres y Educadores debemos ponernos manos a la obra y reflexionar sobre que educación impartimos y “exigimos” a nuestros hijos.

La Familia, la Sociedad y la Escuela

La autoestima, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. También depende del ambiente familiar en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.

Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, se burlan o se ríen del niño/a cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresan miedo, piden compañía, se aferra buscando protección, tiene vergüenza, etc.. Estas actitudes se completan con otras totalmente opuesta, demostrándole al niño que es "querido y bonito" creándole una gran confusión. Pero estas muestras de cariño son aparentes, adjudicándole un rótulo a su identidad, que trae como consecuencia un peso negativo en formación y en el desarrollo de sus capacidades.

En el momento en que la persona afectada es adulta, transmitirá la humillación o el maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder, ya que el desprecio y la vergüenza vivida en la infancia son la fuente de los problemas que afectan en la vida adulta y uno de los causantes de la baja autoestima.

La principal imagen y más generalizada forma de violencia es el maltrato emocional. La autoestima y la comunicación están muy relacionadas, porque según como se digan las cosas, el efecto será positivo o negativo, de aprendizaje o de resentimiento, que se transmite desde la infancia hacia la edad adulta. Por esta razón, se entiende que los padres, docentes y cuidadores que dañan la autoestima de sus hijos /alumnos no siempre lo hacen intencionalmente, ya que ellos fueron educados del mismo modo y el Hombre sólo puede cambiar los actos que son consecuencia de su educación yendo más allá de lo que tenia como bueno y racionalmente romper lo implantado en su subconsciente como el ideal de vida, educacional, etc.

Las pautas sociales, dirigidas por hábitos comerciales en su mayor medida, influyen en el comportamiento de los grupos, ya que a partir de los hábitos que marcan las pautas, la familia y los docentes adoptan diferentes posturas ante la vida que son transmitidas a sus miembros y estás irán determinando la personalidad de cada uno.
Las personas que tienen poca confianza de su capacidad dentro de la sociedad, tienden a buscar roles sometidos y evitan las situaciones que requieren asumir responsabilidades.

Es fundamental que los padres y docentes, definidos como constructores de éxito, sean capaces de transmitir objetivos claros, además, el joven tiene el derecho básico de ser comprendido, poder llegar a ser una persona de valor y tener la oportunidad de triunfar.

Los educadores deben estar conscientes de los distintos ritmos de desarrollo de cada joven, de los problemas propios de la edad, los intereses diferenciales de cada joven, no caer en la discriminación por la separación generacional, sino prestar interés por esas diferencias que son las que hacen que la sociedad evolucione. El joven debe de estar cómodo con el mismo para desarrollar sus capacidades intelectuales, artísticas, imaginativas, creativas, etc., y no sentir que debe de esconder esas capacidades por miedo a la represión o la burla.

También podemos decir que los educadores pueden favorecer u obstaculizar el proceso por el cual uno puede encontrarse a sí mismo. Su comprensión o la ausencia de la misma, pueden favorecer o hacer que la personalidad del individuo no llegue a manifestarse fuerte y libre. Es por esto que el educador tiene una gran responsabilidad en este tema tan importante o en esta cuestión del tiempo necesario para que uno se encuentre a sí mismo. También es necesario saber que la mente de cada joven está llena de imágenes. Estas imágenes las podemos definir en tres grupos:
El primero se relaciona con la imagen que tiene de sí mismo. Puede imaginarse a sí mismo como una persona que puede llegar a triunfar. Por el contrario, el joven puede tener la impresión de ser una persona de poco valor, con escasa capacidad y pocas posibilidades de lograr éxitos en algún área de su actividad.
El segundo se vincula con la opinión que el joven tiene de sí mismo en relación con otras personas. Puede considerar que sus valores, sus actitudes, su hogar, sus padres, el color de su piel o su religión, son la causa de que se lo mire con temor, desconfianza y disgusto, o que se lo trate con interés. La imagen que cada niño tiene de sí mismo se forma a través del reflejo de las opiniones de los demás.
El tercer juego de imágenes se vincula con la imagen de sí mismo, tal como desearía que fuera. Si la distancia entre estas dos imágenes, como se ve realmente y la imagen idealizada, no es grande, de modo que a media que crece y madura pueda alcanzar la asimilación de estas dos imágenes, se puede decir que se acepta a sí mismo como persona.

Por todo lo mencionado es muy importante que la escuela del joven ayude al mismo a descubrir y aprender a ser la persona que siempre quiso ser, respetándole sus tiempos, sus conflictos y sus confusiones.

Un educador debe:

Saber que la escuela puede mejorar o degradar a la gente que está en ella.
Estar dispuesto a complementar las nuevas informaciones con nuevos métodos.
Debe ajustar las oportunidades de aprendizaje a cada joven, de modo que pueda progresar a su propio ritmo de velocidad.
Debe tener la capacidad e incluir el desarrollo de habilidades intelectuales junto con el estímulo para que el joven se acepte a sí mismo.
Tiene que saber cómo crear un ambiente, para encontrar oportunidades dentro del mismo, donde cada joven pueda sentirse importante.
Debe reconocer los puntos fuetes de cada joven: debe tener claro que las indecisiones de los jóvenes pueden ser vencidas a través de sus fortalezas.
Tener conciencia de los sentimientos y de las imágenes que los jóvenes tienen en su mente cuando van a la escuela.
Comprender que algunas veces los jóvenes sólo se desarrollan mediante la aprobación, ya que la crítica debe esperar hasta que el joven sea suficientemente fuerte para aceptarla.
Aceptar la conducta que no sea adecuada comprendiendo que los seres inestables se rigen en la conducta agresiva cuando las presiones son demasiado grandes.
Transmitir a los jóvenes su fe en ellos, es decir, que sus alumnos sean personas dignas de estima y respeto.

“La gente hace cosas para nosotros. Pueden ser cosas simpáticas y agradables. Pueden ser cosas desoladoras. Pueden ser cosas alentadoras y estimulantes. Pueden ser cosas que restauran nuestro equilibrio, acrecientan nuestra fe y fortalecen nuestras convicciones: pueden darnos nuevas perspectivas y nuevo coraje, pero pueden sumergirnos, también en la desesperación, el temor y el pesimismo." (Francés, Mayfarth, "Human Beings I Have Known", Adventures in Human Relations. (Boletín para la educación de la infancia), Washington, D.C: The Association.

Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja

Podemos lograr seres equilibrados, activos, participativos, en definitiva, felices, con las características de la autoestima positiva

Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente segura como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que haya hecho.
No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.
Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.
Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar o divertirse a costa de los demás.

O crear una persona infeliz, haciéndola coincidir con las siguientes actitudes, que se corresponden a las personas con una baja autoestima:

Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; hecha la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.
Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.
Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
Tendencias defensivas, un negativo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.

CONCLUSIÓN

La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad, además es aprender a querernos y respetarnos, es algo que se construye o reconstruye por dentro. Esto depende, también, del ambiente familiar, social y educativo en el que estemos y los estímulos que este nos brinda.

La influencia que tiene la familia y los educadores en la autoestima de los jóvenes es muy importante, ya que ésta es la que le trasmite o le enseña los primeros y más importantes valores que llevaran al joven a formar, a raíz de estos, su personalidad y su nivel de autoestima. Muchas veces los padres y educadores actúan de diferentes maneras, que pueden ser perjudiciales para el joven, dejándole marcas difíciles y un continuo dolor oculto que influirá en el desarrollo de su vida. Pero también están los que le valoran y reconocen sus logros y sus esfuerzos y contribuyen a afianzar la personalidad.

Otro factor importante que influye es la comunicación. Según se la comunicación de padres y educadores con el joven, serán factores que influyan en su personalidad, su conducta, su manera de juzgarse y de relacionarse con los demás. Estas experiencias permanecen dentro del joven toda la vida.

Hay una estrecha relación entre la sociedad, la familia, los educadores y el joven, ya que el conjunto presenta al joven un modelo social, cultural y costumbrista. Pero cuando los integrantes tienen asuntos indefinidos en el interior por un pasado doloroso en la infancia le trasmitirá el mismo dolor y las mismas confusiones a su hijo y/o alumno, causándole problemas de comunicación en el ambiente social.

Me pregunto ¿hemos avanzado “evolucionado” en los métodos de enseñanza – aprendizaje? o ¿sólo hemos cambiado la forma de infringir heridas en la autoestima de nuestros jóvenes? Estos jóvenes que un día han de velar por nosotros.

Cuando hablo con jóvenes acerca de la educación impartida en diferentes instituciones públicas, estos jóvenes responden entre el odio, la impotencia, el no entiendo por que ha de ser de esta manera y lo único que disimula la frustración es la sonrisa de sus 18 años que aún no hemos sido capaces de robarles.

Creo que la escuela debe de cumplir un papel muy importante, ya que es la que debe tener la estrategia y las formas para ayudar al joven con estos sentimientos tan distorsionados que le ocasionan tantos problemas.

Llegamos al fracaso escolar ¿qué nivel de autoestima tienen los alumnos? Y algo muy importante ¿Qué nivel de motivación, de entusiasmo? ¿Por qué en España hay tanto fracaso escolar?
A mi entender la respuesta reside en los niveles de AUTOESTIMA y MOTIVACIÓN.
Nadie hace nada per se que no entrañe un beneficio objetivo y los planes ministeriales no son precisamente algo que merezca la mención de motivador, más bien, diría que todo lo contrario. La ineficacia e ineptitud demostrada por parte del Ministerio de cultura central a lo largo de muchísimos años y continuado por los responsables autonómicos según han sido transferidas las responsabilidades a ciertas comunidades, cambiando como “trileros” los planes de estudios, basándose en intereses propios y no del alumno, hace que entren en conflicto muchos aspectos educativos que serían convenientes que de una vez por todas se corrigieran.

Un niño /joven entre los 12 y 17 años no puede tener jornadas laborales de más horas que un adulto. Si un joven empieza su jornada laboral a las 8 de la mañana y para asimilar la cantidad de materia “inútil” que se obliga a impartir, necesita un mínimo de 3 a 4 horas diarias, ponemos su jornada laboral en más de 10 horas, amén de fines de semana para realizar ciertos trabajos.
Los jóvenes ¿han sido entrenados para leer correctamente e interpretar las cosas que leen?
¿Se les da razones a los jóvenes para que estudien, a parte de las ya manías rebuscar un trabajo seguro o cosas que solo denotan camino a la esclavitud y no hacia la creatividad, se les motiva, se les estimula? Las materias que se imparten deberían de ser como las fiestas en las que todos quieren participar y no como un castigo que nos toca a todos.
Las notas ¿quién las juzga y porqué? Nos empeñamos en el régimen permanente de la evaluación a través de exámenes, donde se juzga al alumno por lo que hace en una hora en concreto, de una parte en concreto de la materia. Hoy se llama plan docente y evaluación continuada que al final su significado se basa en un examen. Al final se juzga al alumno, en la inmensa mayoría de los casos, por el examen o conjunto de exámenes que hace a lo largo del periodo a calificar (si alguien saca medias de 2 o 3 pocos sabios aprueban al alumno si este ha demostrado que trabaja, participa, crea ideas). Hoy día se ha demostrado que la acción y participación es bastante más aclaratoria de las actitudes y aptitudes del alumno que el plasmar su memoria RAM (la que se borra) en un papel.
Volviendo a la autoestima, sabemos que hombres y mujeres a los que hoy en día debemos teorías que han hecho que el hombre pueda salir al espacio o hechos como el de tener sistemas eléctricos en el primer mundo, fueron denigrados y obligados a salir del sistema educativo que en su tiempo defendían “ciertos” a capa y espada, valga de ejemplo lo ocurrido a Tomas Alva Edison que a los 8 años regresó a su casa llorando, diciendo a su madre que el maestro lo había calificado de alumno "estéril e improductivo", si no hubiera sido por su madre quizás estaríamos con lámparas de petróleo. Abert Einstein Aunque generalmente obtuvo buenas notas, Einstein aborreció la escuela superior académica a la que fue enviado en Munich, donde el éxito dependía de la memorización y del acatamiento a una autoridad arbitraria. Sus verdaderos estudios los realizó en casa con libros de matemáticas, física y filosofía. Un profesor le sugirió a Einstein que abandonase la escuela, ya que su misma presencia perjudicaba al respeto de los otros estudiantes. El muchacho de quince años dejó a medio realizar sus estudios al acompañar a sus padres, que se trasladaron a Italia.
La cantidad de información que un alumno está obligado a aprender, sin un objetivo claro para su vida y en su mayoría inútil, si no se es para disertar en ciertos círculos, obliga al profesorado a enseñar sin motivación a un alumnado sin ganas de escuchar cosas que para ellos no tienen interés alguno. ¿Quién terminó un libro de texto en el año que correspondía, habiendo dado el temario al completo, haciendo hincapié en la última lección como en la primera?
Los jóvenes se encuentran en la más absoluta de las desesperaciones, existiendo jóvenes con estados verdaderos de stress que lo reflejan en un estado de nervios exaltado o se pasan al lugar que algunos, a la ligera, llaman “pasotismo”.
El delincuente se hace no nace, la delincuencia de la juventud la sufrimos todos y sabemos que la mayor parte de los delincuentes jóvenes han derivado a esa situación por falta de autoestima y motivación, no por que, salvo situaciones patológicas, sean delincuentes vocacionales.

Ante esta situación, y que contra el ministerio se está trabajando con pocos buenos resultados por desgracia, quiero decir que el ministerio no nos va ayudar, creo que como dije en el apartado 2, que no debemos de buscar culpables sino soluciones, debemos de empezar un camino de impulso de la autoestima para que el alumnado se sienta apreciado y motivado.
Elogiemos sus trabajos y corrijamos sin machacar sus errores, que recordemos: están en el instituto para aprender.
Un ejemplo verídico: una persona subió a un escenario durante una charla de autoestima, el conferenciante le advirtió de lo que le haría, y el voluntario un hombre de unos 30 años aceptó, le mandó subir los brazos ordenándole que aguantará lo que pudiera la presión que ejercería el conferenciante sobre los brazos del invitado, éste aguanto perfectamente la presión ejercida. Le mandó bajar los brazos y después de un minuto de palabras dirigidas a bajar la autoestima del invitado, le ordenó volver a levantar los brazos, esta vez el conferenciante pudo, sin mayor esfuerzo bajar los brazos del voluntario.

Se están desarrollando experiencias en la Comunidad Valenciana cuyos objetivos son los siguientes:

Implicar a toda la comunidad educativa en el desarrollo del proyecto Escuelas Promotoras de Salud.
Mejorar su autoconcepto, potenciar su aceptación y autoestima, con la finalidad de desarrollar la asertividad.
Favorecer el aprendizaje. La adquisición de nuevas ideas y aprendizajes está subordinada a nuestras actitudes básicas, de éstas depende que se generen energías más intensas de atención y concentración.
Ayudar a superar las dificultades personales. Cuando una persona posee una autoestima elevada es capaz de afrontar tanto los fracasos como los problemas que le puedan sobrevenir.
Fundamentar la responsabilidad.
Desarrollar la creatividad.
Estimular la autonomía personal.
Posibilitar una relación social saludable.
Garantizar la proyección futura de la persona.
Integrar en el currículo los contenidos del Proyecto como referente básico en la labor docente.
Promover el criterio de salud desde los ámbitos físico y psíquico. Desarrollo de la autoestima. Potenciar la comunicación e interrelación con otras comunidades educativas con la finalidad de compartir experiencias y objetivos alcanzados (forma de trabajo, metodología.)

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